lunes, 27 de agosto de 2007

Raimon-Recital de Madrid



DISCO 1
1. La nit
2. So qui so (Joan Timoneda)
3. Qui ja ho sap tot
4. El País Basc
5. Al vent
6. Sobre la por
7. Sobre la pau
8. T'adones, amic
9. T'he conegut sempre igual
10. Inici de càntic en el temple (Salvador Espriu)

DISCO 2
1. Jo vinc d'un silenci
2. Quatre rius de sang
3. Es veu
4. 18 de Maig a la Villa
5. Indesinenter (Salvador Espriu)
6. La muntanya es fa vella
7. Quan jo vaig nàixer
8. Cançó del remordiment
9. D'un temps, d'un país
10. Diguem no
11. Sobre la por
12. Diguem no

Música: Raimon
Letras: Raimon, salvo allá donde se especifique
Grabado en directo el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid
Comentarios.

El Recital de Madrid es uno de los mejores discos en directo de la canción de autor de los años 70. Grabado el 5 de Febrero de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid, el recital tuvo primordialmente una importancia política antes que musical. Dicho concierto se celebró en pleno inicio del intento de una apertura democrática a la que era opuesto parte del gobierno, al igual que su entonces presidente Carlos Arias Navarro (el denominado "búnker"), a pesar de haber concedido ciertas amnistías parciales a algunos presos políticos. El año 76 fue especialmente revuelto, especialmente por esa oposición a la apertura que el "búnker" llevaba a cabo mediante la represión policial, la huelga casi general que había en las principales ciudades, las manifestaciones pro-amnistía y, por si todo esto fuera poco, los atentados de ambos signos que no hacían presagiar un buen desenlace al cambio democrático. En este marco revuelto es en el que Raimon pretende hacer cuatro recitales en Madrid, siendo este disco el testimonio sonoro del primero de ellos.

Tanto el cantante como la organización quisieron impregnar el concierto con un marcado cariz político en el que se intentara simbolizar la unidad de las fuerzas políticas de izquierdas. Para ello, la organización reservó una fila 0 en la que se sentaron el socialista Felipe González, Simón Sánchez Montero, uno de los dirigentes del PCE; y el héroe sindical Marcelino Camacho, casi recién salido de prisión gracias a la primera amnistía parcial otorgada, entre otros líderes políticos y sindicalistas (algunos de los cuales no se portaron demasiado bien con el cantante de Xátiva al llegar al poder). La audiencia recibe a estos invitados al grito de "¡Unidad, unidad!". Para Raimon, por su parte, el concierto también está marcado tanto política como personalmente; personalmente porque fue la primera vez en ocho años que tocaba de nuevo en Madrid debido a la prohibición que le impusieron tras el recital ilegal que dio en la Facultad de Económicas (hoy Geografía e Historia) de la UCM; y políticamente, porque, como explica al principio del recital, éste le iba a servir para cantar todas aquellas canciones que le habían venido siendo prohibidas interpretar en público.

Ese ambiente de revuelta política se puede oír perfectamente en las voces del público: lo primero que se oye al reproducirlo son los gritos de "¡Unidad!", "¡Amnistía!" y "¡Libertad!" que lanza el público. Se nota también en la manera tan fervorosa con la que el público recibe las más significativas de Raimon, consiguiendo que el concierto fuera mitad mitin político, mitad recital musical. Lo que no recoge el disco, pero que explicaría Raimon después, fue que el que mandaba en los policías que allí vigilaban a la audiencia amenazó con gasear el local porque oía injurias al rey y vivas a la república; en esa ocasión, la sangre fría de Anna-Lissa, la esposa de Raimon (destinataria de aquel precioso "Com un puny") evitó una catástrofe al aconsejar al policía hablar con sus superiores antes de proceder.

El concierto transcurre entre los gritos de la audiencia enfervorecida, sintiendo la libertad por fin de gritar en los conciertos, con Raimon presentado cada una de las canciones y traduciendo total o parcialmente sus letras o las de Espriu o Timoneda. Dentro de todo su repertorio, hay una canción que escapa a la significación política del resto: se trata del poema "So qui so" del poeta catalán del siglo XVI Joan Timoneda, siendo prácticamente ésta la única canción de "amor cortés" que Raimon interpreta. El cantante de Xátiva comienza su actuación con una de sus canciones más antiguas, "La nit", una canción que muy al principio solía escapar a la tijera del censor gracias a su juego de símiles y metáforas y que consistía en una comparación entre la dictadura y la noche entendida negativamente. Desde ahí repasa toda su historia político-musical. Entre sus propias letras cuenta, entre otras, con canciones tan emblemáticas como "T'he conegut sempre igual", dedicada al perseguido político Gregori López i Raimundo; el poema solidario "El País Basc", una canción que se solidarizaba con el pueblo vasco al tiempo que denunciaba la represión que sufrían, fue uno de los más aplaudidos; la canción dedicada al "Che" Guevara, "Sobre la pau"; el canto a su tierra en "Quatre rius de sang"; y dos históricas de las más prohibidas: la épica "Al vent", que confiesa haber escrito a los 18 años con toda su inocencia, pero también con toda su fuerza, y "Diguem no", esa estupenda balada que denuncia y renuncia a un mundo violento e injusto. Muy significativa es la inclusión de "18 de Maig a La Villa" (18 de Mayo en La Villa), que expresa las emociones que tanto él como el público sintieron durante aquel recital en la Universidad Complutense el 18 de Mayo de 1968. Interpreta también dos canciones inéditas como son la queja de clase de "Jo vinc d'un silenci" y "Es veu", una irresistible balada cargada de esperanza. Canta también dos canciones hechas sobre los poemas de su poeta contemporáneo favorito, Salvador Espriu, que la audiencia madrileña había conocido gracias a él: "Inici de càntic en el temple", dedicada al poeta Joan Salvat-Papasseit, e "Indesinenter", palabra latina que significa "incansablemente". Además el cantor valenciano sufre una graciosa anécdota cuando quiere interpretar temáticamente "Sobre la por" y "Sobre la pau" seguidas: al arrancarse con la primera sufre un tremendo de amnesia: "Mig perdudes¡Qué equivocación!... Perdonad". Intenta recuperar los acordes al tiempo que explica que no la canta muy a menudo (es decir, que no le dejan). "¡Pues no la toco!", bromea, pero promete ensayarla en el descanso y tocarla en la 2ª mitad del recital que se recoge en el 2º disco, y efectivamente, aunque pretendía finalizar con "Diguem no" toca la canción que se le resistía.

No obstante, la audiencia insiste en que no acabe, y Raimon les explica que quiere tocar los cuatro recitales enteros, para lo cual tiene que estar en forma. Aún así ofrece un bis tocando "Una canción que vosotros habéis hecho vuestra porque la habéis cantado mejor que yo: "Diguem no".

Aun así, al día siguiente el ministro de la gobernación, Manuel Fraga Iribarne, al igual que haría con otros espectáculos, suspendió los otros tres recitales seguramente debido al informe policial de aquel señor que quería gasear el local. Este hecho aparece en el disco: se pueden observar en la portada una serie de cuatro números racionales que representan una cuarta parte de los cuales todos están tachados menos el 1/4, al tiempo que el diseño del título asemeja aquel temible sello de la gobernación civil que prohibía o limitaba los espectáculos y los textos.

Este disco, a mí entender, es uno de los más importantes de la canción de autor catalana y española en general, y uno de los directos más potentes. El hecho de que plasme, gracias al público, un momento político y social de especial relevancia para el país, le hace ser un documento importante no sólo a nivel musical, sino también histórico.

Gustavo Sierra

miércoles, 22 de agosto de 2007

Francisco Espinosa-En boca de todos



Hay un momento, que toda canción,
busca el hechizo de oirse en la voz,
y estos acordes han llegado aquí
con el encargo de sobrevivir”


Este comentario que me atrevo a escribir a continuación es un tanto especial, porque el disco sobre el que hablaré es obra de uno de los colaboradores de este blog, un buen amigo y responsable de que yo esté aquí escribiendo sobre la música y la canción de autor que mas me gusta.

El disco se llama “En boca de todos”, me resultó muy curioso el título, pero no acabé de entender el sentido hasta que lo tuve en la mano y lo escuché. Antes diré algo del cantautor, no lo hago porque seamos amigos, sino porque creo que merece el reconocimiento. Fran Espinosa es una de esas personas que luchan con todas sus fuerzas por la canción de autor, lo hace no sólo como autor o compositor, sino apoyando a otros artistas, grandes y pequeños, defendiendo este arte en todos los foros posibles. Y por otra parte no olvida un componente importante de esto de la canción de autor, no se olvida de los aficionados, de los que se interesan por el tema como espectadores o de cualquier otra manera, tiene la capacidad de saber aglutinar a todas las personas con inquietudes respecto a la canción de autor. En ese camino me encontré con él. Su página web es una referencia fundamental para cualquier aficionado o profesional del tema, entre otras cosas dispone de la mejor sección de enlaces a páginas de cantautores de la red.

En cuanto al disco tengo que decir que tanto la letra como la música de todas las canciones están compuestas por Francisco Espinosa, sin embargo, solo una de ellas es cantada por el autor, la última, “Agonía maldita”. El resto de las canciones son interpretadas por sus compañeros de viaje, cantautores y músicos de varias partes del mundo, voces distintas, unas dulces y delicadas, otras recias y duras, en solitario o en grupo, todas con personalidad, con la fuerza de gente que cree en lo que hace.

El disco se publicó en 2006 y consta de 19 canciones, 17 en castellano y 2 en catalán. Como siempre, me falta espacio, así que solo destacaré las que personalmente mas me interesan. El tema inicial se titula “Me entrego a la razón” y es cantado por Olga Andrés, su primera estrofa dice mucho del artista, al menos eso pienso: “Espantando sentimientos / que se agitan con pasión / lanzo mi canción al viento / y me entrego a la razón”

La segunda “Luna de Agosto”, es una canción que anda acompañándome en este largo agosto sevillano, cantada por Alonso Núñez, una voz dulce para una canción que evoca nostalgias. Otra de mis preferidas es “El tiempo de los besos robados”, con Gerardo Peña, su estribillo “Hoy que estás conmigo …¡quedate, no te vayas!”.

Me gusta especialmente el tema que canta Malabache, está en catalán y es una de las primeras letras que conocí de Francisco Espinosa, “Visc només amb tu” (solo vivo contigo), una canción preciosa y un acompañamiento de piano genial. Y también quiero señalar “Hay un momento”, cantada por Nery González, una de cuyas estrofas encabeza mi comentario.

Y desde luego no puedo dejar de mencionar una canción que va en una línea diferente al resto del disco, una canción basada en la ironía, está cantada por Carlos de Abuin, es muy divertida, habla del peligro de los móviles y no precisamente por las radiaciones que emiten, se llama “Y se portó”…¡Vaya si se portó!

Pero para terminar lo hago con llegendes (leyendas), cantada por Xavier Pintanel, porque una de las facetas de la canción de autor que creo que no se debe olvidar, que le da gran parte de su sentido y la devuelve a sus origenes, es la función social, la facultad de pinchar a quienes la escuchan, y hacer recordar que las cosas son como son, y no como parecen ser, que decía Carlos Cano en una canción.

Llegendes (Leyendas)

“Sempre conten les llegendes (Siempre cuentan las leyendas)
històries, temps era temps, (historias de mucho tiempo atrás)
de dracs mágics i princeses, (de dragones y princesas)
de bruixes i encantaments. (de brujas y encantamientos)

Pèro el que mai ningú ens explica (Pero lo que nadie nos explica)
Són històries de debò (son historias de verdad)
Del carrer, del dia a dia (de la calle, del día a día)
I de gent com tu i com jo. (y de gente como tu y como yo)

De una feina que no agrada (de un trabajo que no nos gusta)
D´una vida que se´n va, (de una vida que se va)
D´una dona maltractada (de una mujer maltratada)
D´un amor que no vindrá. (de un amor que no vendrá)
D´això no se´n vol parlar” (de eso no se quiere hablar)


Canciones del disco:

1. Me entrego a la razón (Olga Andrés)
2. Luna de Agosto (Alonso Núñez)
3. Viviendo un poema (Joaquín Lera)
4. Azul (Alejandro Santiago)
5. Hoy que me voy (Javier Prieto)
6. El tiempo de los besos robados (Gerardo Peña)
7. Visc només amb tu (Malabache)
8. El mar y tu (José Manuel Lattus « Chiclo »)
9. Quien estuviera (Ivan y Josito)
10. Hay un momento (Nery González)
11. Y se portó (Carlos de Abuín)
12. Aquí prosigo (Norge Bautista)
13. Vuelvo a ti (Diego Andrés)
14. Sobreviviré (Juanjo Montecinos)
15. Volveré a despertar (El factor sorpresa)
16. Llegendes (Xavier Pintanel)
17. Que se vayan (Fran Reca)
18. Estar sin ti (Nueva Luna)
19. Agonía maldita (Francisco Espinosa)



María Gracia Correa

domingo, 19 de agosto de 2007

Miguel Dantart-Bipolares





A mediados de los años noventa –como es sabido- una nueva generación de cantautores irrumpe en el panorama musical de este país. Nacidos al abrigo de pequeños bares madrileños que empezaron a incluir actuaciones en directo entre su oferta musical enlatada nocturna, y, que contrastaban con aquellos cantautores de los setenta que hacían sus primeras armas en universidades, colegios mayores, y demás lugares y eventos más o menos politizados. Una generación que, dicho de paso, no tuvo que bregar con la omnipresente movida nacional como fue la generación de cantautores de los años ochenta, que, salvo en el caso de algún ilustre nombre, lo tuvo bastante difícil para acceder a un público deseoso de disfraces y música sin demasiados compromisos, no ya políticos, sino en muchas ocasiones, ni siquiera intelectuales.

Así pues, en los noventa, cantautores como Miguel Dantart, ni tenían que partirse la cara con un régimen totalitario ni tenían que resultar pintorescos o cantarle a temas tan “profundos” como a sus agüitas amarillas o al marcapasos de una tal Marta. Quizás por eso, artistas como Miguel pudieron ser más libres que nunca y mucho más personales y cantautores que nunca; sirviendo en la mesa del banquete público un sentir y un parecer más propio que nunca del mundo que les rodeaba.

Miguel empezó apoyado por una multinacional, con todas las ventajas e inconvenientes que esto supone (entre las ventajas una que siempre le envidiaré y así se lo he hecho saber más de una vez, la de haber tenido por colaboradoras en su primer disco a las extraordinarias Vainica Doble). Aquel disco, ahora descatalogado (si alguien sabe donde puedo encontrar un original que me lo diga) tuvo gran repercusión pero sin embargo no consiguió suministrar a la audiencia una rápida secuela por cuanto el disco del que nos ocupamos “Bipolares” que fue su continuación, tardó seis años en salir. Claro que, la culpa la tuvieron unos estudios universitarios que llenaron la pausa entre los dos álbumes...

Entre los que nos dedicamos a la canción de autor suele ocurrir que nos perdamos en uno de estos dos extremos: o bien nos da por cantar temas serios y nos pasamos de trágicos, o bien nos da por lo contrario y nos pasamos de graciosos. En el caso de Miguel Dantart creo que consigue ese apetecible equilibrio entre lo trágico y lo cómico dando a sus canciones esa pátina de, digamos, “buen rollo”, o mejor, moderado optimismo vital que siempre admiro en obras ajenas. El otro ejemplo que se me ocurre así, de pronto, de este tono en un disco es el “No cambies por nada” de mi siempre reverenciado Hilario Camacho.

Temas:

1.- Mundo alborotado

2.- Amor de mis amores

3.- El arte que repartes

4.- Pequeño cine estudio

5.- Mil caras

6.- Las cosas bonitas...

7.- Desde el exilio

8.- Yo no sería igual

9.- Amapolas sagradas

10.- Tírame un beso

11.- De par en par

12.- La procesión va por dentro



Destaco “Mundo alborotado”, “El arte que repartes”, “Las cosas bonitas...”, “Mil caras” o “Tírame un beso” porque son canciones que con sus ritmos sincopados y sus letras tan particulares me amigan otra vez con las alegrías de este valle de lágrimas que es el día a día. Y por supuesto “Pequeño cine estudio”; con sus toques electrónicos, la hermosa y poética letra y el estribillo poderoso, y, muy especialmente, por el contenido de ese estribillo:

“Hoy te traigo un souvenir
del país de una cabeza,
con cien pájaros que rezan
por tu aparición.
Aunque tú nunca sabrás
Llevas vidas tan secretas
Que has crecido como yedra
Por mi habitación”.


El disco está grabado tocando las bases con un grupo en directo –los demás instrumentos son overdubs (perdón por el palabro)- lo que le da una frescura singular, el grupo quiero decir. La producción corre a cargo de Javier Campillo ex –Tam Tam Go, notable grupo de los 80 por cierto, que de todo hubo en la viña del señor.


abuineitor